jueves, 23 de agosto de 2007

Notas de una tierra sin historias contadas

En los albores de los tiempos, en una tierra mítica de valles eternos y lagos profundos, miles de guerreros se trenzan en luchas despiadadas. Blanden espadas de hielo que queman la piel y abren heridas que no cierran. Otros, adversarios de fuego, arrasan con sus poderosas llamas a sus victimas incautas. Algunos de ellos, veloces jinetes, montan corceles pálidos que vuelan en ráfagas turbulentas que por el polvo que levantan confunden hasta al mas lucido. Otros crueles tienen el don divino de detener el tiempo, las horas y los minutos; Dicen que uno no se da cuenta de tan vil ataque...y así espera suspendido en el tiempo que la ultima hora nos llegue o que bien el señor del tiempo demande nuestra vida.

Los días y las noches no se suceden en dichas tierras...solo guerras, batallas, historias épicas de héroes y demonios esconden el sol y dan vida a la luna. Las tardes no tienen fin y muchas veces olvidan su principio. No hay lugar para sueños aquí, ni para descansos...quien se descubra en estas tierras deberá afrontar hidalgo su destino, luchar con todas sus fuerzas o resignarse a la suerte de extinguir sus días en este lugar en un abrir y cerrar de ojos.

Dicen los que saben, viejos sabios que estuvieran por aquellos reinos y lograron escapar, que ninguno de los muertos es enterrado aquí. Solo desaparecen al ser ajusticiados. Cuentan que sobrevuelan las tierras hasta que son invitados a una nueva batalla. Y ellos acuden, se colocan yelmos de esperanzas, largas y afiladas espadas y se entremezclan en las crudas batallas. No aprenden facilmente que lo más probable es que el nuevo encuentro producirá más dolor y será más difícil de olvidar que el anterior. Sucede que algunos de los contrincantes a enfrentar toman los retos como juegos mientras que otros pierden su vida defendiendo su ilusión de triunfar.

A aquellos ancianos se les han revelado los más sagrados secretos de estas tierras y no hay nada ya velado para ellos. Y son estos sabios quienes sostienen que todos, absolutamente todos, hemos visitado alguna vez este país...solo que a unos pocos se les ha concedido la gracia divina de olvidar, mientras que algunos siguen guerreando y otros esperan aun una nueva invitación.

En uno de los más antiguos rollos secretamente atesorado por los sabios (escrito por el primer anciano que logró escapar de la desalmada condena de luchar aquí) leí que cuando 2 guerreros deciden finalizar la lucha, entendiendo que ninguno de los dos pierde, sino que ganan un aliado, deciden no hacerse daño y cooperar juntos...se les permite abandonar la tierra y olvidar su pasado bélico...solo existirán ellos dos y toda herida antigua será sanada.

"No es muy misteriosa esta tierra, aunque nadie la puede entender"- me dijo uno de los sabios apuntando un punto infinito en un mapa de la época- "lo único cierto es que nadie puede vivir para siempre en ella, ni morir sin alguna vez haberla visitado"...



"Amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño"

J.Sabina

lunes, 20 de agosto de 2007

A veces

No es que no quiera ser más quien soy...

Solo que algunas veces me gustaría empezar de vuelta. Mezclar las cartas y que me toque un nuevo juego. Armar una nueva estrategia, jugar las cartas de otra manera.

Se que no es posible y creo que por eso me divierte tanto imaginarmelo. Sin embargo hay algunos patrones que se repiten en todas esas fantasías. Quizás es la pista de alguna necesidad que el inconsciente disfraza y manifiesta en sueños que, a simple vista, no parecen tener mucha relación con una solución real al conflicto...

Lo cierto es que en algunos momentos me iría bien lejos de todo lo que conozco. Me escaparía de todo lo que tenga que ver con Ezequiel. Me tomaría un micro que me lleve a un pueblito alejado, perdido en medio de la nada y pasaría el resto de los días meciendome en una silla de cara a la luna escuchando silencios y borrando recuerdos pasados.

A veces la cosa es más drástica. A veces directamente deseara ser otro... Pero no cualquiera eh. Los personajes están perfectamente delineados. Son tan peculiares como símiles en algunas cosas. Es como si estuvieran unidos por un delgado hilo que los sostiene en coherencia pero que a simple vista es casi imperceptible...

Y en esos ratos mi mente juega a ser otro. Bah no juega, desea ser otro. Mezcla épocas y oficios, quehaceres y desventuras. Y así fantasea en ser quien no soy. A veces...

A veces quisiera ser un soldado en el ejercito de Marco Aurelio...

Un naufrago que sobrevive en una isla desierta en medio del mar...

Un linyera que recorre parsimonioso las calles de Buenos Aires...

Un marinero que se embarca por meses sin destino fijo...

Un perro vagabundo perdido en las calles de París...

Un granjero con un inmenso campo que cultivar...

Un fugitivo que se esconde y huye de la ley...

Un desconocido que se mezcla en la multitud que pasea por Florida...

A veces quisiera ser otro...

domingo, 5 de agosto de 2007

Ni hadas, ni príncepes, ni sueños





-"Sabés lo que pasa Eze, no existen ni las hadas ni los príncipes ni los sueños..."




Así me dijo una amiga hace poco; Un poco enseñándome, un poco, creo yo, queriendo autoconvencerse...

Y en resumidas cuentas tenía razón. No hay que ser muy detallista para darse cuenta que las hadas, los príncipes y los sueños no existen....pero sucede que a veces nos invade la imaginación; no es que seamos unos nenitos que andamos porahi esperando que campanita nos rocíe con polvo mágico para poder volar, solo que de vez en cuando "resolvemos" los problemas en nuestra imaginación...pero dificilmente logramos acercar la solución imaginativa con el problema real.

Y ojo, no es que esté en contra de la imaginación, debe ser seguramente el don más poderoso que se nos ha regalado. Solo que creo que es tan peligroso como potente. Es decir...la imaginación es como un remedio adictivo...te ayuda cuando la necesitas, pero si no sabes manejarla te terminas volviendo dependinte, casi adicto.

Y cuando digo que la imaginación no es mala por si misma, es porque me considero una persona muy imaginativa...pero chicos entendamos primera como funciona esto de imaginar:

La imaginación es el ejercicio de abstracción de la realidad presente, así mediante ella le damos solución a necesidades, deseos o preferencias.

Hasta ahí venimos bárbaro...pero aquí comienza el problema: Las soluciones que aporta nuestra imaginación pueden ser más o menos realistas, en función de lo "razonable" que sea lo imaginado.

Si es perfectamente trazable, entonces recibe el nombre de "inferencia"; si no lo es, entonces recibe el nombre de "fantasía".

En fin: todo depende de nosotros...de como utilicemos este mundo irreal que construimos en nuestra mente. Porque claro, todo lo imaginado nace de lo vivido...allí nace, pero se mezcla con los deseos y crea un combo que por lo general está más cerca de lo fantastico, que de lo practico...osea, como imaginar es gratis no me voy a imaginar viviendo en una linda casa de Wilde, me imagino en una mansión con cuatro piscinas y un zoológico privado en la isla de Lost...


Es cierto, tampoco es que vivimos de fantasías...pero si, generalmente ante grandes problemas (o grandes problemas a nuestra vista) recurrimos a la imaginación para encontrar soluciones...y allí empezamos a imaginarnos en miles de situaciones (obvio todas felices para nosotros) en las que todo ha salido de mil maravillas. Pero por lo general las probabilidades de que ocurran son de 1/500...


Por ejemplo, cuando te gusta alguien la imaginacion empieza a jugar bastante. Casi que no se puede evitar. Aparece y hace su trabajito. Busca sustentos en miradas, en momentos, en salidas...en deseos propios y anhelos internos...y crea un mundo, que digo mundo, un universo paralelo en donde todo lo que necesitamos y queremos se cumple. Todo de un modo u otro se da en nuestra imaginacion y la otra persona es "magicamente" tal cual la soñamos. El problema es que por regla general nuestra imaginacion, que por estos ratos se ha vuelto terriblemente fantastica, se a alejado demasiado de la realidad, y comienza a confundirnos. Distorsiona un poco nuestra vision de la realidad y termina complicandonos más de lo que nos ayuda.

Repito, no es que quiera matar la imaginación...imaginar es crear desde nuestras fantasías y la fantasía nos mantiene con vida...Solo creo que a veces hay que cortarle un poco las alas a nuestra amiga y encauzarla, no dejar que ella nos lleve volando al país de nunca jamas, sino traerla al nuestro y tratar de que nos ayude a buscar soluciones no tan fantásticas...





A quien entre filosofia y peleas, imaginación y crudeza me trae devuelta a la realidad...